viernes, 29 de junio de 2012

Otro día de verano.

Vacaciones de verano, largas vacaciones sin ocupaciones. Ayer hice lo mismo que hoy: nada. Tareas caseras que requieren de mi paciencia y poca concentración más la fuerza de voluntad, aunque hay ciertas cosas de las que creen no soy capaz de hacer o que no tengo la fuerza suficiente para hacerlo. No tengo fuerza física, soy un alfeñique con una panza chelera que enamora. Me quede encerrado dos días seguidos, no salí de casa, me quede ensimismado en la cama creyendo que así resolvería muchas cosas, pero no resulto de esa manera, solo hubo mas revoltijo. Me quede solamente con una pequeña parte de mi. Lo demás lo deje escapar por la puerta de enfrente mientras estaba distraído pensando en como asesinar a mi pereza. Permanezco puesto con la misma ropa de ayer, no hay necesidad de cambiarse si solo andaré caminando por los pasillos de mi casa. Junto a mi se encuentra una guitarra vieja y desafinada con solamente cinco cuerdas que se resiste a morir, como muchas otras personas. A ratos me da por tocarla, pero su sonido se ha vuelto algo melancólico e irregular. Saber que esa guitarra es mas vieja que su servidor y sigue aquí intentando sonar como lo solía hacer en su época juvenil. La pasión hacia algunas actividades se ha ido, todavía quedan algunos vestigios de ello cuando las vuelvo a retomar. Como dice aquella canción: Ahí viene el amor, el amor se va...Algo así me sucede a veces, me aburro rápido de algunas cosas. Ya me aburrí de la soledad, pero no me puedo deshacer de ella todavía, se aferra a quedarse y no la culpo, a veces me reconforta tenerla al lado. Esta deprimente ciudad me ha llegado a cansar. Eh querido cambiar de aires, cambiar de ambiente, pero la crisis no deja que me mueva a algún sitio. Seguir en este lugar limita mi creatividad. No eh escrito nada, mi cabeza no imagina nada, el silencio solo se ha vuelto silencio, no es como aquel viento que me susurra cosas al oído. Me estoy volviendo loco. La sobriedad ya me aburrió, ¿o sera la falta de compañía? Que se yo. Todavía sigo sentado pensando en satisfacer a mi tánatos mediante la intoxicación de mis pulmones y de mi hígado. Pero nada ocurrirá, mi hígado se salvara, pero mis pulmones no. Y al final, aun seguiré pensando que no debí arrojar aquella piedra y luego esconder la mano. Pero por ahora dejare todo esto y me dedicare a ese humeante placer que me quita las ansiedades, mientras por mi mente pasa una ligera sospecha de que mañana sera otro jodido día como hoy.


[Perry O'Hara]

lunes, 18 de junio de 2012

Después del insomnio.

Pareciera un día inspirador, pero las palabras se niegan a salir de mi cabeza, como si sintieran placer de engañar a esta pequeña partícula pensante que tiene una sensación de saber algo que realmente no sabe. Algo parece provocarme, pero la verdad no se que reacción esperar, quizás solo sean mas sensaciones de desesperación por hacer algo que no se que sea. Quizás sea solo el luto por un aparente desconocido que no tuve la oportunidad de saludar o despedir. Pero eso no fue la culpa de nadie, solo se dio así, a mitad de un día normal que se torno de manera grisácea por un momento. No se donde se halle aquella persona, pero dicen que siempre están en un mejor lugar. ¿Quién dice que existe realmente un mejor lugar? Al final de cuentas este es el único mundo que conocemos, no hay otro mas. Es una forma de hacer sentir mejor a la persona que perdió a su ser querido, pero la verdad es que nadie sabe la verdad sobre el final. Los muertos pueden escuchar nuestras estupideces, eso creo, por eso me callo si no hay nada bueno que decir. Aunque muchas veces pienso de más, hablo de mas y digo: ¿Crees que yo estare aqui para siempre?, no lo creo, nadie permanece tanto tiempo viviendo bajo una pesadilla real. Nadie regresara hoy, ni tu, ni Jesus, ni algun otro que haya prometido regresar. ¿Y crees que rezandole a su imagen vendra corriendo a salavarte? Han perdido su tiempo, que su tiempo... su vida! esperando una simple respuesta de una pregunta eterna: ¿Por qué...? Simple, porque nos gusta que nos jodan y nos gusta joder. Al final, ¿quienes somos? Nadie sabe decirlo ni explicarlo. Ni Maoma, ni Elvis Presley, ni el propio Bob Dylan lo saben o ¿Conoces a alguien que si?... Sigo creyendo que la mayoría de la gente es idiota, que no quieren saber para no martirizarse. Y los muertos, sin respuestas me visitan en sueños, eso creo. Yo que se, no recuerdo nada al despertar, solo que sea demasiado sorprendente. Por ahora las palabras se siguen negando a salir, siguen engañándome de nuevo. Sigo pensando siempre las mismas cosas mientras contemplo la caída de otro día, mientras escucho el eco del caminar de algún fantasma que se niega a dar la cara. 

lunes, 11 de junio de 2012

Locura y soledad.

Todo parecía en calma por un momento. Las penumbras eran absorbidas por la luz del día que se asomaban por las ventanas opacadas por el polvo y las telarañas. Yo me encontraba sentado sobre el sucio sofá, ese mismo sucio sofá que nunca se lavó en toda su vida. Unos pasos calmados se escuchan en el segundo piso de la casa, hacen un eco tenebroso en mi oído, un sonido de lo más insoportable. Y sigo sentado pensando que podría ser, mientras me animo a subir a averiguar. Se supone que ya no había nadie en la casa, que todo lo que tenia se había ido desde hace tres días. Tres insoportables días de los cuales no había dormido nada. 

-¡¿Quien carajo esta ahí?!- Grité angustiosamente y a todo pulmón.

Nada. Solamente silencio, solamente el aire rozando las paredes. Creo que me estoy volviendo loco, me dije. Durante esos tres días infernales no había escuchado nada en esta casa mas que el choque de las botellas del mini bar y el golpeteo de mi vaso con la barra de la cantina. Todavía siento esa sensación de que ella me observa, como lo solía hacer cuando me sentaba a comer en silencio. Era una mirada despechada, de esas que no se quitan de encima, una mirada tan fría que se reflejaba en sus azulados ojos, que congelaba mi cordura y que por un momento me ponía nervioso. Todavía veo su retrato sobre la chimenea observándome de esa manera. Se había llevado todo consigo, excepto ese maldito retrato. ¿Lo habrá dejado a propósito para que sintiera mas esta culpa? Pero yo se que se fue de esta casa, que no regresará mas. Ella se fue elegantemente en su carruaje sin decirme nada, sin verme siquiera, pero con una mirada fría  que pesaba en todo el ambiente. Yo sabía que ella no regresaría a esta casa nunca más. Aun me siento culpable de lo sucedido, pero juro que fue un accidente, que no fue a propósito. Aquel candelabro no debía caer en aquel sitio, no debía ni tocarla, simplemente la cadena termino por romperse. Ella nunca lo entenderá, ella solo buscaba una excusa para salir de aquí. Su hartazgo de todo esto era tal, que varias veces quiso escaparse a mis espaldas. De nuevo escucho esos pasos de ultratumba sobre mi cabeza, pasos que caminan desesperadamente buscando alguna salida. Y yo sigo paralizado del miedo sobre el sofá  pensando en mi locura. En el espejo veo pasar una sombra deforme corriendo hacia la puerta, ¿será acaso su fantasma o el sueño ha fatigado mi vista y me engaña vilmente? Esas pisadas seguían sonando con gran estruendo y no había nadie que me confirmara si era solamente yo quien las escuchaba. De repente tras mi oído siento una fatigada respiración, un aire frío que me da escalofríos. ¿Sera la culpa que come mis entrañas, que alimenta mi locura? o ¿serán las botellas vacías que han carcomido mi cabeza durante estos tres últimos días? No lo se todavía, mi locura se ha vuelto mi nueva compañera. Ahora soledad y locura son quienes me observan morir en esta casa infernal, quienes observan como la culpa me tortura hasta desfallecer dentro de esta casa fría y sin sentimiento alguno, esta horrorosa choza a la que nadie visita nunca jamas. 


[Perry O'Hara]

viernes, 8 de junio de 2012

Robandole un poco al tiempo.

Son las dos de la mañana y sigo levantado. Sigo pensando para terminar un ensayo con seriedad. Mientras tanto mi visión comienza a fallar. Veo lineas rectas con protuberancias extrañas, protuberancias que se mueven sigilosamente. Las letras danzan burlonamente, queriendo salirse de la pantalla y de las hojas donde están plasmadas.Un cigarro pide mi atención, pero debo ignorarlo un rato mas, necesito avanzar lo que no eh avanzado en días. Mientras tanto, entre búsqueda de ejemplos correctos entre libros equivocados encuentro un poema que me cautivó, un poema de Aldo Pellergrini, un poeta argentino de la corriente surrealista. Y esto es lo que dejo hoy, mientras busco inspiración por otra lado, mientras le robo otros minutos al tiempo que eh perdido desde ayer.

La certidumbre de existir.


Si
lo he visto todo
todo lo que no existe destruir lo que existe
la espera arrasa la tierra como un nuevo diluvio
el día sangra
unos ojos azules recogen el viento para mirar
y olas enloquecidas llegan hasta la orilla del país silencioso
donde los hombres sin memoria
se afanan por perderlo todo

En una calle de apretado silencio transcurre el asombro
todo retrocede hasta un limite inalcanzable para el deseo

pero tu y yo existimos

tu cuerpo y el mío se adelantan y aproximan
y aunque nunca se toquen aunque un inmenso vacío los
separe
tu y yo existimos

lunes, 4 de junio de 2012

Dentadura perfecta.


A un amigo que le sucedió 
una situación similar...


El me había hablado primero. Yo conteste por cortesía, por ser amable. Desde lejos se veía su vestimenta zarrapastrosa e informal. Su cabello parecía limpio, pero la verdad no me fije tanto en eso. Siguió hablándome sobre cosas espirituales, sobre la energía y su sentido tan idealista de la vida. Yo no hice tanto caso omiso porque su discurso me parecía cansado y trillado. No paraba de hablar, ya me había hartado. Por poco le doy un puñetazo en el mentón, pero me tuve que aguantar, aunque ganas no me faltaban. Entonces sentí una mano en mi rodilla, otra mano sobre mi espalda. Un miedo me invadió. Algo quería ese sujeto y no era dinero precisamente. Siguió hablando sobre idioteces hippies mientras yo intentaba quitármelo de encima. De repente voltea a sonreírme. ¡Que asquerosidad! sus dientes eran una porquería, si a eso se le podían llamar dientes. Ese amarillento color le parecía natural y esa negrezca cosa que le salia de entre esas miserias picadas parecía escapar de su boca por un momento como si se hubiera hartado de esos apestosos vientos que provenían de alguna putrefacción interna. Su saliva verdusca salpicaba las paredes del lugar haciendo parecer a todo eso una invasión de moho. La pared blanca se pintaba de verde cada vez que hablaba. Su encía se tornaba de un color rojizo sangre con manchas blancuzcas por el sarro de hace 5 años . Seguía saliendo mierda de su boca, claro de las dos formas o sea, en palabras y en materia. No aguante ni un minuto más. Creo que pretendía darme un beso, un asqueroso beso de su putrefacta boca. Lo único que pensé fue en empujarlo y presentarle a mi puño. Seguía insistiendo en abrazarme y yo lo seguía empujando. Me harto y mi puño acabo en su rostro. Lo ultimo que paso fue que el tipo se largo espantado y yo me fui por mi lado con mi bebida en mano, a olvidarme de esa asquerosa escena, a buscar otra cosa mejor que hacer.

[Perry O'Hara]

domingo, 3 de junio de 2012

Monos danzantes.

Para mi primo Miguel...


Danzas sin sentido, solo eso. Ser el mono que baila para entretener a un publico idiotizado por las mil mentiras en las que han caído, o en le hipocresía por necesidad. Vestidos tan pintorescos se mecían con el rozar del aire, con el movimiento de las piernas al brincar entre aplausos y zapateos absurdos. Estaban dando vueltas y vueltas con sonrisas tan falsas que ni un ciego se la cree. La música folklorica hipnotizaba al mismo tiempo que los monos danzantes atraían la atención tan fácil de la gente. Desde esta posición todo parece una vil burla hacia ellos mismos. La idiotez y la conveniencia hacían eco entre el publico que reía y tomaba fotos a los monos danzantes, mientras desde el cielo las pancartas decían de manera cínica que "México necesita un nuevo rumbo" y a la vez observaban a los incautos con sus paraguas y sus bolsas regaladas solo por el hecho de haber asistido a una broma de mal gusto que parece ser cosa seria. La escena me recordaba a aquellas donde la gente se para ante una exhibición de fenómenos de circo, arrojandoles maní y palomitas para que hagan una gracia. Llegue a creer por un momento que solo se trataba de un juego, un juego donde ellos hacían como que entretenían y el publico como entretenidos. Entonces me dio un mareo y un hartazgo de estar parado ahí viendo un espectáculo tan mediocre, un espectáculo que mentía a un publico que ignora de mas su existencia y la de los monos danzantes en aquel lugar. Me fui de ahí con una sensación de pena ajena. Preferí alcanzar a la embriaguez porque se escapaba de mi lado. 

[Perry O'Hara]

viernes, 1 de junio de 2012

Banalidades nocturnas




Hoy tengo ganas de escribir, pero no se que escribir. Mi cuarto parece un horno y es insoportable estar aquí. La tentación por un elixir embriagante con esa maña de enfriar mis adentros, me come por dentro. Pero todavía no se si bajar a conseguirla. "Me sigue dando coraje!" me dice un amigo, mientras le digo que las mujeres siempre prefieren a los patanes. Y yo sigo aquí pensando en moverme o en dejar que todo fluya a mi alrededor. ¿Sera que mi pereza ha superado a mis vicios? A veces lo eh pensado así. Ya lo ha dicho el viejo Bukowski: "Mi ambición esta limitada por mi pereza." Yo debería de estar ocupándome de un par de trabajos importantes, pero la pereza me ha superado. Siempre dejo para mañana lo que puedo hacer hoy. Pero si lo vemos de este modo, el hoy es el mañana del ayer, por lo que debería de hacer ahora lo que es mas importante. Por mi cabeza pasa un vago pensamiento sobre la descarriada borrachera que me hubiera puesto hoy, pero por ahora estaré restringido en casa hasta que cese la supuesta violencia . Hoy tengo ganas de escribir, pero no se que escribir, pienso mientras suena Bob Dylan a las 11:00 de la noche, que me dice que "la respuesta, mi amigo, se encuentra en el viento". Y siento una repentina necesidad de salir a fumar un cigarrillo, mientras en mi cabeza pretendo escuchar las palabras vacilantes sobre el viento que a veces suele decirme algo revelador. Me habla otro amigo, un tocayo mio que termina por decirme: "Esta amistad no creo que haya sido por el azar". Y me quedo pensando que las casualidades son mas reales y que van muy ligadas a las causalidades. No por nada suceden las cosas, dicho de manera mas simple. Luego, me asalta una simple envidia de que mi pipa esta mucho mas vacía que la de él. Y de nuevo pasa por mi cabeza la borrachera que no fue y al amigo que no acompañe, mientras estoy aquí encerrado escuchando las banalidades de la gente en el comedor. Y simplemente hoy tengo ganas de escribir, pero no se que escribir.

[Perry O'Hara]