sábado, 25 de febrero de 2012

Mi curiosidad ha matado al gato

Todavía sigo desempolvando viejos pensamientos que deberían ser guardados en el cajón de la ropa intima. No dormí nada durante la madrugada, mi memoria daba vueltas interminables y termine en medio de un remolino de ideas. Mi curiosidad ha matado al gato, pensé en algún momento. Ha sido algo peligroso no poder dormir, ¡Demonios! me tengo que chutar un insomnio que entorpece mis sentidos. Mis ojeras sobresalen en mi rostro. Se que después me arrepentiré de no haber buscado la manera correcta de ver ciertas cosas que han tocado a mi puerta y atormentan un vació pleno que se ha expandido con los años. Ah si, pero que desdicha, me han adjudicado un paquete que no estaba entre mis planes. No puedo partirme en cien pedazos. A veces pasa por mi cabeza: "¿Realmente soy necesario en aquel lugar?", pero nadie es imprescindible en esta vida, solo queda vivirla de la mejor manera. Y la mejor manera es evitando el dolor. Todo pasaba como un flash por mi cabeza, mis ojos estaban mas abiertos que en otras ocasiones. Luego un azul pálido entró por mi ventana, yo sabia que ya no dormiría mas. Mi sueño se espanto al momento de ver las altas horas de desvelo. Eso lo explicaría todo. Al final me levante y solo me quedó escribir todo esto.

[El Ornitorrinco]