Era un cuarto muy deprimente. Las paredes eran
grises y estaban atacadas por la humedad del ambiente. El moho
se podía percibir en las esquinas superiores. El olor era de lo mas
insoportable. La cabeza ya me dolía de estar solamente parado ahí. Solamente había una
ventana con una persiana rota cuya luz apenas y dejaba pasar. Entre
tanta observación a mi alrededor descubrí un interruptor,
lo presione y se prendió un débil foco.
No podía pensar en nada que no fuera gris y deprimente.
Una desesperación e incomodidad comenzaron a invadirme. La
puerta estaba atorada y no podía abrirla por más que la empujaba.
Estaba atrapado en ese infernal cuarto. Era una locura, ni si quiera se como
llegue a ese lugar ni mucho menos porque estaba ahí. Camine por todo el
lugar buscando algo que me ayudara a salir de ahí.
No encontré nada, solamente un cuchillo sin filo sobre una mesa.
Intente una vez más abrir la puerta con el cuchillo, pero
fue inútil, seguía atorada, como si una fuerza superior no
quisiera que saliera de aquel lugar tan deprimente. Me quede sentado sobre la
mesa a medio pudrir mientras escuchaba el eco fantasmal de las goteras
que caían sobre los encharcados suelos. Por un
momento pensé en tomar la mesa y arrojarla contra la ventana. Lo
intente, pero fue un fracaso. La mesa se despedazo al momento de
cargarla, prácticamente se hizo aserrín, algo que
me desconcertó y que todavía no entiendo cómo pudo
pasar. Más vueltas y más vueltas desesperadas dentro del cuarto. No
encontraba salida alguna. Estaba entre la tristeza con un cuchillo sin filo en
la mano y la soledad en forma de desesperación y llanto. Fue entonces
que encontré un contacto de luz. Pensé por un momento que esto sería
una locura, pero no podía pensarlo más. Me acerque y con un temblor
nervioso y de pánico introduje el cuchillo y sentí la corriente
por sobre todo mi cuerpo. Sentí como se entumía todo, como
se paralizaba mi mundo. Todo comenzó a oler a
quemado, comenzó a oscurecerse y a silenciarse. Por un momento
me sentí satisfecho, me sentí perdido entre la nada. Estuve nadando entre la oscuridad de un sueño silencioso y sin imágenes. Luego, desperté sobre una
cama semidesnudo con una luz de día que se asomaba por todos
lados. No entendía todavía como me traslade de un lugar a otro.
Cuando me di cuenta, escuche un bip bip bip que altero
mi oído. Desperté en mi cuarto, era un sueño más. Desperté entre
el silencio, entre el miedo. Y en mi celular, un mensaje sin importancia.
[Perry O'Hara]