Ya no es nada importante...
la cruda me
levanta
como suele hacer
por la mañana
con una sed del
demonio.
Recuerdo todavía
mis palabras ebrias de anoche.
Recuerdo todavía
mi cara de imbécil al hablar.
<<¡Felicidades!>>
me dije por
dentro
mientras esos dos
idiotas danzaban
riéndose de
mi patética cara.
<<Felicidades
por hacer lo que no pude>> pensaba
cuando quede entre
las penumbras y las botellas muertas.
Ya no es nada
importante...
el desprecio es
solamente una forma
de decir que perdí
de nuevo en este jodido juego
cuya nobleza no
vale nada.
La cruda me la
sigue recordando
con su risa
penetrante en mis oídos.
El mareo infernal
me ha vencido de nuevo
mientras sigo
viendo en mi memoria
como esos dos
idiotas bailaban frente a mi patética cara.
Ya no es nada
importante...
solo una resaca
deprimente
en la oscuridad
del cuarto
y el humo que
intoxica mis pulmones sobre mi cabeza.
[Perry O'Hara]